El incremento del eCommerce ha afectado directamente al sector de la logística, durante el periodo de confinamiento, alcanzando niveles similares a los del Black Friday. Una vez alcanzados los niveles máximos, el sector prevé que buena parte del crecimiento que se ha producido será estructural y se desconoce cómo afrontar estos niveles de demanda cuando se retome totalmente la actividad.
En este sentido, una de las mayores preocupaciones de la logística es el regreso del tráfico habitual en las ciudades con las consecuencias que ello conlleva: obstaculización en la última milla y los problemas a la hora de la localización de los clientes para la recepción de los pedidos, lo que provocará un incremento en las entregas a efectuar, multiplicándose por dos y por tres, en algunas ocasiones.
Esta situación ha llevado al sector de la logística a replantearse el sistema de reparto, siendo la opción agrupación de las entregas la que está sonando con mayor fuerza. A través de este sistema, el operador logístico adquiere una especia de rol de gestor de la paquetería del cliente que, en lugar de proporcionar su dirección como lugar de recogida, incluirá la del operador, que será el encargado de recibir, almacenar y, posteriormente, entregar todos los paquetes pedidos por ese mismo cliente en un único servicio, lo que supondría un ahorro de costes para la compañía de reparto. El cliente escoge el día y la hora en los que prefiere recibir todos los pedidos que ha realizado esa semana.
La aplicación de este sistema no supondría acabar con las entregas inmediatas ni con los envíos en 24 horas, pero sí podría incrementar el coste de este servicio, que variaría en función de los plazos seleccionados y de la relación del cliente con el eCommerce.